jueves, 14 de julio de 2011

Cosas que oigo.

 

Crisis o Atraco a Mano Armada?

Y encima nos bombardean en las noticias de como nos la están metiendo!!

El Ku Klux Bank (Radio3_Carne Cruda)

La nueva banca se escribe con k: Bankia, lo habréis visto en los miles de anuncios con los que nos llevan bombardeando unas semanas. Bankia con k se llama este nuevo engendro bancario en el que se han unido Cajamadrid, Bancaja y otras cinco y que se promociona con el bello subtítulo de “la nueva banca”. Lo que nos faltaba. Como no teníamos suficientes problemas con la vieja banca, ahora nos endosan una nueva. Y en el camino se han pulido de un plumazo un montón de cajas de ahorro, es decir, han transformado en bancos voraces unas entidades que tenían unos fines sociales y no lucrativos.    Así que la K puede ser de Frankenstein, el nuevo monstruo del sistema financiero.

Pero sobre todo lo que moskea, con k, es que la k ha sido siempre el símbolo del punk, la okupación y la anarkía. Hasta de eso quieren apropiarse los bancos. No les basta con la $ de dólar o la € de euros, quieren todas las letras del abecedario. Y de tu piso, claro. Es como para kabrearse. Pero tiene su lógica la apropiación de la k. Al fin y al cabo es lo que hacen los bancos, apropiarse. Y a su manera, se rigen por el simbolismo de la k: los bancos okupan casas, dan más patadas que un punki bailando pogo y actúan como anarquistas, o sea, como si el poder público no existiera. Se lo pasan por el forro… de sus billeteras. Podemos decir por tanto que los bancos cumplen con las tres kas. Vaya, las tres kas: KKK, las siglas del Ku Klux Klan. Ahora sí que todo en-caja (nunca mejor dicho).


O sea que puede que el nombrecito no sea tan arbitrario. Puede que sea obra de unos simpáticos publicistas con mucho sentido del humor o mucha retranka (también con K). Cuando les pidieron que buscaran un nombre para un nuevo banco, pensaron en lo que hacen los bancos y no lo dudaron: hay que escribirlo con k. Con k de kabroncetes. Y también con k de kilo, o sea, de los kilos que se van a meter en el bolsillo. Y además la K de “El Kapital” de Marx, que ya advertía de que todo esto iba a pasar. De nuevo, todo en-caja.


Lo que no encajo son los anuncios con los que se vende esta nueva moto. Esos anuncios en los que se dice que los clientes están deseando participar en la nueva banca y convertirse en “bankeros” (con k, por supuesto). No respetan ni a sus propios clientes: ¡¡¡les llaman bankeros!!! Y encima con k, de karaduras. Es como si te dijesen que tu sueños es convertirte en Rodrigo Rato, presidente de Bankia, con cresta, imperdibles en las orejas y pantalones de cuadros. Lo único cierto en su publicidad es que a cualquier cliente le gustaría cobrar los 10 millones de euros que va a cobrar este señor. Lo que no le gustará tanto a los clientes es saber que la institución matriz que dio lugar a Bankia recibió más de 4600 millones del dinero público, o sea, del dinero del kliente. Y del no kliente (las dos con k). Creo que a ambos les gustará mucho más esta versión del anuncio de Bankia que ha hecho la agencia de contrapublicidad IMPLÍCATE.ORG y que no engaña, como hace el anuncio original.
¿Y cuál ha sido la razón de que se haya regalado la caja a la banca? Como siempre, la crisis. Deberíamos seguir el ejemplo de la nueva Bankia y escribirla también con k. Al fin y al cabo, en esta “krisis” te escupen más que en un concierto de los Sex Pistols.