domingo, 6 de octubre de 2013

Miss Daisy y la Patinadora Asiatica


La viajera asiática bajó del la taxi en la Plaza de Castilla. Lo que más le gustaba era gastar sus vacaciones de Agosto en cualquiera de las grandes ciudades europeas sin mar, sin gente,porque el resto del año lo vivía aprisionada entre las multitudes de Tokio. La ciudad, Madrid, estaba dormida, como si el amanecer aquel no fuera con ella; Vacía. Las calles y los edificios entregados a la turista amante de las ciudades desiertas. Calzó sus pies con unas botas patinadoras, se quitó la camiseta de seda, la dobló con sumo cuidado para introducirla en su mochila que colgó de sus hombros pálidos y se deslizó por el asfalto de aquel amplio paseo de lujo trazado al alba para ella sola y por el que patinaba feliz la patinadora amarilla. Ni en sus mejores sueños se había sentido nunca como ahora! La patinadora asiática está de vacaciones, no quiere sentir dolor, ni odiar a los que matan, ni desear calamidades a otros. Sin acordarse de los que están tristes, sin techo, sin amparo, sin recorrido, sin vida,
Y vuela por el asfalto hacia la puerta del Sol

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusta mucho!

morenogaleano dijo...

Yo también quiero unos patines.